BREVE HISTORIA DE LA TÉCNICA PDR

ORIGEN

En los albores de la técnica PDR, destaca la obra publicada en 1931 «The Key To Metal Bumping». Su autor, Frank T. Sargent, describe de manera exhaustiva las herramientas y cómo usarlas. También ilustra con detalle las formas y movimientos esperados de los metales tras su manipulación. Aunque «The Key To Metal Bumping» es una buena obra teórica, su popularidad fue escasa y su aplicación casi nula.

OSKAR, EL «HOJALATERO DE ORO»

En 1960, el alemán Oskar Flaig no podía sospechar que estaba a punto de inventar una técnica revolucionaria en el mundo de la reparación del automóvil. Esta es su historia.

Oskar trabajaba habitualmente a las órdenes de Mercedes-Benz. Su labor consistía en el mantenimiento de la pintura de los autos que estaban expuestos en ferias y exhibiciones. Durante el día, tras el trasiego del público, los vehículos resultaban dañados con rozaduras y abolladuras. Durante la noche, Oskar reparaba minuciosamente los desperfectos con masilla y pintura.

En febrero de 1960, en la feria comercial de Nueva York «International Motor Sports Show», Oskar probó algo distinto. Mientras observaba una pequeña abolladura, tuvo una idea nueva. Quizás podría ahorrar algo de masilla. Intentó suavizar la concavidad desde el otro lado, haciendo presión con el mango de un martillo. El resultado fue tan sorprendente que Oskar no precisó aplicar masilla adicional: estaba casi perfecto.

Tras su regreso a Alemania, mejoró la técnica valiéndose de martillos, palos de escoba, destornilladores y otras herramientas. En la planta donde trabajaba, Mercedes Sindelfingen, llegó a ser conocido como el «hojalatero de oro». Dadas sus habilidades, fue ascendido a capataz. Finalmente, se dedicó a las tareas de formación en todas las sucursales.

Así es como nació la técnica PDR (Paintless Dent Repair o Paintless Dent Removal). Desde entonces, en constante evolución, tanto en procedimientos como en herramientas de última tecnología.

La PDR salió de Alemania de la mano de Juergen Holzer cuando éste se mudó a EEUU. Allí estableció su negocio especializado «Dent Kraft». Posteriormente, la técnica PDR se expandió por todo el mundo.

BUENA, BARATA Y RÁPIDA

Las grandes ventajas de la técnica PDR consiguen hacer sombra al resto:

-Ofrece la mayor calidad final, pues mantiene la pintura original. De esta manera, el valor del vehículo permanece intacto.
-No se emplea masilla ni pintura. Así se evitan los cambios de color que resaltan las reparaciones.
-El tiempo de reparación se reduce de manera notable.
-El precio se reduce aún más.

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